viernes, 11 de marzo de 2011

Reflexiona desde la Sociedad de la Información

MEGATERREMOTO EN JAPÓN: Hoy nos comunicamos por todos los medios
Por: Janeth Celis
Imágenes impresionantes nos levantan hoy por la mañana, 11 de marzo de 2011; barcos y carros son arrastrados por la fuerza del mar como si estuvieran hechos de papel, la tierra se observa abierta por completo en dos mientras la carretera forma ondas producidas por un largo latigazo, castigo de la naturaleza; las megaolas consecuencia del terremoto, llegan a las costas arrasando todo a su paso, casas, estructuras, ciudades costeras completamente destruidas, cultivos, aeropuertos, nada se salva a su paso; en la capital, los edificios se estremecen con menos consistencia que un postre de gelatina por la fuerza del sismo, por mucho que este país se haya especializado en este tipo de desastres, nadie podía predecir el daño que causaría una energía desatada que equivale a diez mil bombas atómicas de Hiroshima, según relatan las noticias.
Y en medio del asombro que nos producen esas imágenes que superan la ficción de las películas de Hollywood, como las que grabó una televisora local del mar arremolinado y pequeños barcos a la deriva en medio del océano embravecido, que bien podría ser una imagen de “Furia de Titanes, no puedo dejar de pensar que la difusión de esta noticia, la más importante a nivel mundial, es un ejemplo que nos muestra cómo opera hoy la sociedad de la información. Los que deseen seguir el desarrollo de los acontecimientos pueden elegir entre dos, tres o más canales de televisión que transmiten minuto a minuto, 24 horas, todo lo que sucede en el país Nipón, y a la vez,  nos hacen sentir que de alguna forma hacemos parte de lo que viven nuestros hermanos japoneses, aunque llamarlos hermanos hubiese parecido lejano el día de ayer, por nuestras distancias físicas y culturales, pero que hoy por obra de los medios, la forma y la manera ininterrumpida como se informa sobre el acontecimiento, nos produce sentimientos intensos de solidaridad, preocupación y tristeza.
Sumado a esto, no hay que olvidar que Japón es uno de los países más avanzados en tecnología, así que los gomosos de grabar videos, y los periodistas arriesgados, nos muestran cómo fue que el terremoto se sintió y se vivió; múltiples grabaciones sobre cómo la gente experimentó el sismo en sus oficinas, en sus casas, en los supermercados, en las calles, videos que se cuelgan al instante en las redes sociales, en youtube, en las agencias noticiosas que tienen sus páginas en internet, en twitter, nos conectan todavía más con la tragedia. Sería imposible no saber lo que está pasando. Siempre hay algún tipo de comunicación, aunque las redes de comunicación fija se hayan caído y tampoco haya electricidad, las personas logran comunicarse con sus familiares por skype, y los noticieros también entrevistan a las personas por este medio. Con todo esto, cómo no sentirnos parte de esta catástrofe natural, en esta pequeña aldea global que es el mundo hoy, y que gracias a las tecnologías de la información y la comunicación, aunque nos separa de Japón cantidades de kilómetros, nos sentimos unidos por el mundo satelital.
En este sentido afirma Manuel Castell, uno de los estudiosos de esta sociedad red, que la comunicación de masas está siendo transformada por la difusión de Internet y la Web 2.0, así como por la comunicación inalámbrica. A su vez, la emergencia de la autocomunicación de masa desintermedia a los medios, abre el abanico de influencias en el campo de la comunicación, permitiendo una mayor intervención de los ciudadanos, los cuales nos convertimos por instantes, en ciudadanos del mundo.
Cada vez más el ciudadano común participa del proceso de la comunicación masiva, se vuelve reportero, ejemplo de ello son las fotografías y videos que llegan a los canales de televisión como CNN, los cuales publican el material para hacernos sentir más involucrados.   Esto quiere decir que los flujos comunicativos se están equilibrando, ya los únicos que producen contenidos no son los grandes medios, sino el individuo, que inmerso en medio de tanta información y tecnología, puede hacer descubrir verdades donde otros intentaban ocultarla. Continúa diciendo Castell al respecto que, el internet, las radios y canales de televisión locales, grupos autónomos de producción y distribución de video, redes de P2P, blogs y podcasts constituyen una variopinta red interactiva que conecta a los actores sociales con la sociedad en conjunto y actúa sobre toda la esfera de manifestaciones culturales.
Ante semejante poder, ya compartido de una manera más democrática entre medios y ciudadanos, Castells afirma que, “las empresas de medios de comunicación pretenden entonces posicionarse en el ámbito de la comunicación a través de Internet; los principales medios de  comunicación establecen vínculos directos con la red de comunicación horizontal y con sus usuarios, pasando así a ser menos unidireccional en sus flujos de comunicación, al tiempo que exploran de forma implacable la blogosfera para seleccionar temas y cuestiones de interés potencial para su audiencia; los actores que luchan por el cambio social con frecuencia usan la plataforma de Internet como una forma para influir en la agenda informativa de los principales medios de comunicación; y las élites políticas, en todo el espectro político, utilizan cada vez más las formas y medios de la autocomunicación de masa, porque su flexibilidad, su carácter instantáneo y su capacidad sin trabas para difundir cualquier tipo de material son especialmente relevantes para la práctica de la política mediática en tiempo real. Por lo tanto, el estudio de la transformación de las relaciones de poder en el nuevo espacio de la comunicación tiene que considerar la interacción entre los actores sociales y las empresas de medios de comunicación, tanto en los medios de comunicación de masas y los medios de comunicación en red, como en la interconexión entre los diferentes medios que se están articulando rápidamente en un sistema mediático reconfigurado.
Por lo pronto, a pesar de que mi reflexión surge de una tragedia, agradezco vivir en el siglo XXI, porque los medios masivos o aquellos que son más autónomos, me hacen sentir que vivo en el mundo y que como su ciudadana, puedo solidarizarme, colaborar; a la vez que tampoco puedo decir que las cosas pasaron porque no las conocía, que la verdad quedó completamente oculta, ya que la información está a la orden del día por múltiples formas de comunicación; por tanto, el que hoy esté desinformado, es sencillamente porque no le interesa nada de lo que pasa.




3 comentarios:

  1. Es verdad, el desarrollo que ha tenido la noticia a través de la internet es impresionante, yo me enteré por el buscador de Google a muy tempranas horas de la mañana, a eso de las siete y treinta, u ocho. También es cierto que los medios crean en el televidente, esa sensibilidad con el hecho,mediante las fotografías y vídeos.He estado sintonizado con cnn en español, el cual ha hecho un cubrimiento, en mi opinión, muy completo, además de que está en todo en nuestro derecho conocer lo que sucede en el mundo.

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  2. fue algo aterrador y crea una parálisis de parte mental el solo imaginarse esas fotografías a lo real, nos queda como reflexión qué estamos haciendo para prepararnos para todo lo que esta pasando, si esto le ocurrió a Japón, un país que estaba preparado para ello, pues imagínense. Profe excelente artículo.

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  3. Me encanta leer sus opiniones, por favor, sigan participando de esa forma.

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